Algunos productos nuevos en el mercado realmente nos sorprenden por su nivel de innovación, pues no solamente tienen nuevas funciones, mejores diseños, son más pequeños, ligeros, ergonómicos, etc. No, además de eso son diseñados para entrar en segmentos de mercado poco competidos o NUEVOS segmentos, es decir, abren camino con una innovación total.
Mentes brillantes que comparten un principio básico: Innovar como religión. La creatividad es uno de sus atributos, son arriesgados, vanguardistas, crean futuro. Estudian a la gente, conocen el mercado a la perfección saben lo que queremos, lo que necesitamos, las formas de pensar y de relacionarse de la gente que es su target. Maestros pues, del comportamiento y psicología del consumidor. Ellos estudian los estilos de vida del consumidor pero no solo para conocernos y diseñar lo que necesitamos, sino para diseñar nuestro próximo estilo de vida.
Steve Jobs es uno de esos vanguardistas que impresiona por su clara visión de futuro, es desde luego, un constructor de futuro y se encarga del negocio del entretenimiento y del ocio.
Para diseñar productos o servicios no se necesita ser un genio, pero si considerar el modelo de innovación de Jobs y combinarlo con el proceso de desarrollo de nuevos productos. La clave está en conocer a los consumidores, sus estilos de vida y las tendencias.
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